Al terminar el día mi única distracción es una pantalla negra conectada a un cable que me deja ver el mundo sin medida, tecleando acostumbradamente rápido, escucho algún tema que acabo de descargar, no es nuestro tema favorito, es más no tenemos un tema favorito, quizás hallan muchos temas que te dedique y que quedaran en mi soledad.
Me conecto y el saludo de todo el mundo es al unísono, pero tú aún no estas en línea, una minúscula ventanita se asoma por el lado posterior derecho, una sola palabra la delata, eres tú, y todo empieza con un hola, nuestra conversación es simple al principio, pero termino por darte a entender cuanto me haces falta; debatimos, compartimos nuestras experiencias y en especial la música, mientras que las horas transcurren lentamente busco la manera de mantenerte al pendiente de mi próximo mensaje, lo dudo en un principio y dejo fluir las ideas con un enter.
Pero al llegar la hora, espero ansioso la forma en que te despides, como si fuera la calificación a mi intento de mantenerte entretenida lejos de los problemas que se que tienes, pero por alguna razón no me los cuentas.
Y me despido con esa melodía de muse que me transporta a tu piel y que me invita a pensar en ti mañana, con el mismo animo como si te hubiera visitado en la puerta de tu casa.
Me conecto y el saludo de todo el mundo es al unísono, pero tú aún no estas en línea, una minúscula ventanita se asoma por el lado posterior derecho, una sola palabra la delata, eres tú, y todo empieza con un hola, nuestra conversación es simple al principio, pero termino por darte a entender cuanto me haces falta; debatimos, compartimos nuestras experiencias y en especial la música, mientras que las horas transcurren lentamente busco la manera de mantenerte al pendiente de mi próximo mensaje, lo dudo en un principio y dejo fluir las ideas con un enter.
Pero al llegar la hora, espero ansioso la forma en que te despides, como si fuera la calificación a mi intento de mantenerte entretenida lejos de los problemas que se que tienes, pero por alguna razón no me los cuentas.
Y me despido con esa melodía de muse que me transporta a tu piel y que me invita a pensar en ti mañana, con el mismo animo como si te hubiera visitado en la puerta de tu casa.
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